Anexo no 4

 

 

 

Transcripción del artículo 

"CARTAS A LA REGIÓN INTERNACIONAL"   

..... Señor director, un grave problema, desde el año 1987, me opone a los señores Marcos Cartagena, Medina Ros y Pardinez Rodríguez. En este problema, ni jueces, ni ministros, ni alcalde, ni organismos oficiales competentes, por comodidad o beneficio, muestran interés alguno.

   Los hechos son los siguientes: en el año 1964 compré unas fincas propiedad de la Sra. Bañó Gisbert, situadas en la localidad de Redován, provincia de Alicante, que han sido debidamente escrituradas en su momento. En el año 1970, el Ayuntamiento de Redován compra otra parte de las fincas dc dicha señora y en el año 1973 compran el resto de las fincas de esta persona los señores Medina Ros y Pardínez Rodríguez. Estos comienzan los trabajos de urbanización (trazado de calles) en el año 1977, de los terrenos adquiridos. Diez años más tarde, en 1987, estos señores comienzan la edificación de una vivienda de 150 m2 y venden tres solares al señor Marcos Cartagena y otros de una zona urbanizada de 1.373 m2. En este momento, me apercibo de que estos 1373 m2 pertenecen a mi propiedad y que áquellos se han apropiado ilegalmente de ella.

   No llegando a ningún arreglo amistoso con estos señores, en el mismo año, presento denuncia en el juzgado de Orihuela (Alicante) fallando este tribunal a mi favor en el año 1989 e instando al señor Marcos Cartagena a pagar los gastos del juicio y al abandono, dentro del plazo legal establecido por la ley de dichos terrenos. Presentada alegación contra el fallo del tribunal por el señor Marcos Cartagena ayudado por los señores Medina Ros y Pardínez Rodríguez, el tribunal de Alicante, a la vista de pruebas un tanto dudosas, que el señor Marcos Cartagena no ha sido voluntariamente consciente de incurrir en delito en el momento de la reventa de los terrenos por los señores Medina Ros y Pardínez Rodríguez.

   Es decir que los señores Medina y Pardínez venden ilegalmente unos terrenos de mi propiedad y un juzgado encuentra la forma de no incriminarlos judicialmente al mismo tiempo que absuelve al "honesto comprador". Quizás se imaginaron que por estar en el extranjero no conozco las leyes españolas. Estos señores me amenazan de muerte y la justicia no interviene a pesar de las denuncias. Mi abogado (me pregunto si no trabajaría para la parte contraria), no me informa de los fallos a su debido tiempo. Cuando le reclamo los documentos oficiales de mi caso así como toda la documentación que le di, no lo hace y, según parece, esto es normal. No incluye los 1.373 metros cuadrados del litigio sino que incluye 150, para ello no da ninguna explicación coherente de por qué lo hizo y yo no pude intervenir por no estar informado en su momento. Este abogado, el señor Conesa Murcia, según sus propias palabras, no puede ejercer en la provincia de Alicante, al parecer por las anomalías con las que trató mi caso.

   He escrito a los señores ministros de Justicia e Interior, sin respuesta por su parte. Jueces y ayuntamiento, no se sabe por qué razones, no intervienen en lo que yo considero como escándalo y fraude inmobiliario.

   Si estos señores que creen tener un cierto poder económico en el pueblo de Redován se permiten utilizar conmigo estos procedimientos, me pregunto qué harán con estas personas menos informadas. Veo con tristeza que lo que antes en España eran presiones por ideologías políticas distintas ahora se ha transformado en tráfico de influencias desde las esferas más altas de la sociedad a los más bajos, solamente que en el segundo caso, los que salimos perdiendo, somos los honrados trabajadores.

   No teniendo otro recurso para hacerme oír de ciertas autoridades competentes y considerando que el trato recibido en mi país en tanto que ciudadano español emigrado a Francia desde hace 30 años es vergonzante, inhumano y escandaloso, espero tenga a bien publicar esta carta en su periódico para información de otras personas que pudieran verse en mi caso.

   Dándole las gracias de antemano y esperando leerme próximamente en su periódico, aprovecho esta ocasión para saludarle muy atentamente.

   Mi dirección es la siguiente: Manuel Hernández. 22, rue du Closeau 91 350-Grigny. Paris.

Manuel (Francia)

 

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