Primero les quitaron la casa, después les quitaron los hijos y nietos.....

Es hora de que se haga

JUSTICIA

¡ Que vuelvan los niños con su familia !

Notas sobre los informes sociales de 3 de mayo 2010 y 26 de junio 2012, emitidos por EL EQUIPO DE INTERVENCIÓN FAMILIAR DEL DEPARTAMENTO DE BIENESTAR SOCIAL DEL AYUNTAMIENTO DE ORIHUELA, y sobre el “Informe de Seguimiento” de la ASOCIACIÓN ARCOS DE ALTEA, ONG “EMAÚS”, cuya fecha de emisión coincide con el de junio 2012 de los SS.SS. de Orihuela.

(En cursiva las citas textuales. Los subrayados son míos: José Martínez Carmona)

OBJETIVO DEL INFORME de los SS.SS. Orihuela (3 de mayo 2010): elevar a la dirección territorial de bienestar social de alicante, propuesta de SITUACIÓN DE DESAMPARO DE URGENCIA de los menores Esperanza y Carmen Celdrán Ortega, y de Esperanza, Manuel de los Reyes y José Luis Ortega Riquelme.
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…La situación-problema de la familia se desencadena a partir del incidente que tuvo lugar el miércoles, 28 de abril de 2010, por la tarde, que se produce una situación de violencia entre Loli y las hermanas, Carmen y Esperanza. Esperanza tiene signos de violencia en el cuello y acude en la madrugada del jueves a urgencias habiendo parte de lesiones…

La exploración facultativa de las lesiones da el siguiente resultado: “Abrasiones cervicales superficiales, úvula y faringe normal. Abrasiones de la espalda también (superficiales). Diagnósticos/Procedimientos: DCIE-9910.G.

Plan: Destino al alta: Domicilio. tto. local con Betadine. Control por MDC.

Ese incidente ha sido superado por las hermanas; pero de ahí partió todo.

El informe de tres de mayo 2010 refiere: “las agresiones en la familia son frecuentes, habiendo gritos entre ellos y con los vecinos (ha habido vecinos que han denunciado la situación.”

En el de junio 2012, informan: “En marzo de 2010, ante la denuncia de una vecina por conflictos vecinales, se abre nueva intervención que desemboca en la intervención actual con la adopción de medidas de protección con los menores hijos de Loli Riquelme.”

Suena extraño que la denuncia de “una vecina” (o “unos vecinos”, cuyos nombres no constan en el expediente) haya movido a las  administraciones de Bienestar Social a intervenir una familia, y que las cien vecinas y vecinos quienes, de manera motivada, han considerado injusta la medida administrativa (firmas que constan en el expediente, aportadas por la familia), no hayan merecido la más mínima mención en los textos oficiales u oficiosos.

El texto entregado a la prensa por Antonia Guil Vegara, portavoz de los vecinos concluye textualmente: “…podemos estar conformes o no en sus formas de convivencia, pero eso no debe ser motivo para separarlos y destrozar sicológica y moralmente a todo un núcleo familiar.

Tenemos la sensación (después de investigar lo ocurrido) de encontrarnos frente a una lucha de gigantes y hormigas, por lo que estamos dispuestos a testificar y aportar nuestra visión de todos los hechos delante de los tribunales que hiciesen falta, para lo cual estamos a su entera disposición.”

Ni las Administraciones han tenido en cuenta esta disposición ciudadana, ni el abogado de la familia solicitó el testimonio de los vecinos, ni recurrió el fallo del Juzgado que dictaminaba la intervención de los niños. La actuación de la defensa, más parece de colaboración con el EQUIPO DE SERVICIOS SOCIALES DEL AYUNTAMIENTO; lo que se puede deducir del siguiente párrafo que cierra la página 16 del informe de junio 2012: “Se observa un cambio en positivo, motivado por el interés de recuperar a los menores y por las orientaciones externas que la familia está teniendo. La figura de un profesional de la abogacía potencia, ciertamente, una actitud positiva y de cercanía en la unidad familiar hacia el servicio, siendo esto uno de los cambios más relevantes que se ha observado en el trabajo llevado a cabo con la familia.

Curiosa, esta perla referente a la “violencia verbal” que padecían los menores: “En visita al domicilio, el 30 de abril, José Manuel expresa, dirigiéndose al menor Manuel de los Reyes “Te voy a coger y te voy a atar dos cadenas para que no te muevas.” “Te voy a poner encerrado donde está el gallo.”

La “amenaza” de José Manuel Riquelme a su sobrino trae a mi memoria un tierno recuerdo. Cuando mi hermano y yo nos poníamos muy turbulentos, mi madre solía emplear ese tipo de discurso, sólo que amenazaba con “amarrarnos con una soga y encerrarnos con las gallinas”.

El baile de las sospechas: hacinamiento, falta de espacio para la convivencia

En la unidad familiar, durante el día, pueden encontrarse también: José Manuel, de 23 años de edad, hermano de Loli, el cual, según refiere la familia, vive de forma independiente desde diciembre de 2010.

Mª Luisa, hija de la pareja, de 17 años de edad, que, a su vez, tiene tres hijos de 2 años, 15 meses y un mes. Refiere que vive en el municipio de Cox con su pareja, pero se encuentra habitualmente en este domicilio, habiendo indicios de pernocta. Desde el Equipo Municipal de la S.S. se tiene la sospecha de que María Luisa reside gran parte del tiempo en el domicilio de Mª Dolores, con todos sus menores…

La siguiente afirmación valorativa del informe, en su área laboral y económica, merece el “Guinness” a la mayor incongruencia:

Los miembros de la unidad familiar de Mª Dolores, suelen acudir juntos, y estar juntos. José Luis se encarga de conducir la furgoneta familiar, acompañado de Mª Dolores, acuden al colegio, realizan gestiones por Orihuela, e incluso recogen chatarra. Los hijos de Loli, también van con ellos…

¡Vamos, que la furgoneta es el punto que une a la familia! En ella van los niños a la escuela; con ella se hacen las gestiones por la villa. Al salir los niños del cole, les espera el vehículo comunitario y ¡ale, todos juntos, a coger chatarra por ahí!

En otro lugar se insiste: “De la intervención familiar se observa que la familia se mueve conjuntamente, y que la cabeza de familia es Mª Dolores Ortega Algarra.”

Mayor esfuerzo IMPOSIBLE, para demostrar, partiendo de sospechas, apariencias, sugerencias e insinuaciones, la responsabilidad de los abuelos por la situación de sus nietos. Los que conocen a Mª Dolores, se refieren a una persona activa que, junto a José Luis, se afana para que no falte lo necesario a la supervivencia de la familia.
 
La unidad de convivencia reside temporalmente en el Raiguero de Bonanza donde tiene una vivienda perteneciente al sistema familiar de origen de José Luis Celdrán Sabater…
Tienen una vivienda en Orihuela ciudad, en C/ Cuatro Esquinas, nº 16…; propiedad del Ayuntamiento de Orihuela…

Esta segunda vivienda tiene historia. El que os habla era entonces concejal del Ayuntamiento de Orihuela, cuando se cometió la expropiación, yo diría “el expolio bajo amenaza”, de la casona en que habitaban los Ortega en pleno centro histórico de Orihuela. Abusaron de la ignorancia del entonces cabeza de familia, el padre de María Dolores y bisabuelo de los niños intervenidos.
Presenté una moción al Pleno del Ayuntamiento en la que pedía se anulase una operación que pretendía pagar 13 millones de pesetas por una superficie edificable de 211 metros cuadrados con un aprovechamiento de cuatro plantas más ático de uso residencial…. En la moción se indicaba que en un primer momento un promotor ofreció al Sr. Ortega dos plantas y un bajo comercial, sin que llegara a insistir; después empezaron las presiones. Intervino un corredor, a instancias del Sr. Escudero Galante, entonces  asesor jurídico del Alcalde Medina. Al principio le ofrecieron diez millones, amenazando que, de todas formas, la casa –ubicada en el nº 7 de la calle Riacho- la iban a tirar y que, por ley, aún se pagaría menos.” Finalmente, se estableció la compra en 13 millones sin que se cumpliese, en un primer momento, la promesa verbal de realojar a la familia…”, ya que, en el piso que se había comprado Ortega no cabían su hija, su yerno y sus cinco hijos de 2 a 10 años.
Realojar a la familia en el nº 16 de la calle Cuatro Esquinas se debió a mi denuncia de aquella operación escandalosa.

Cambian constantemente de vivienda. El cambio puede realizarse en el mismo día, pudiendo ser distinto el lugar de pernocta y donde pasan el día. Las casas pueden utilizarlas según las estaciones del año, o dependiendo de las festividades de la barriada. No tienen un criterio fijo…

Dos apuntes más para finalizar con el tema “vivienda” del informe de 2010: En la vivienda del Raiguero tienen el agua enganchada y pendientes facturas de luz. En la vivienda de Orihuela tienen un problema con las tuberías del agua. Carecen de permiso para realizar obra alguna, al ser propiedad municipal.

Si la vivienda de la calle Cuatro Esquinas, estba prácticamente inhabitable, se debía a que el Ayuntamiento no autorizaba la reparación de las tuberías del agua, un verdadero escarnio, porque esa vivienda debería ser propiedad de la familia, en compensación por el expolio municipal de su antigua casona; en cuanto a la vivienda del Raiguero, es propiedad de la familia de José Luis. Nada que objetar.

El objetivo del informe es pintar una familia que vive en un constante desorden y, inmersos en el caos, unos niños desamparados.

De  José Luis Celdrán Sabater, el marido de Mª Dolores que reivindica con ella el regreso de sus nietos, como no tienen nada que decir de su salud, tanto mental como física, se descuelgan con este juicio de valor: “José Luis Celdrán Sabater no tiene reconocida ninguna enfermedad, aunque se observa una comunicación muy pausada, la mirada perdida y algunos comentarios faltos de congruencia. No quiere ser valorado. No toma medicación alguna.

“Aunque”, introduce una duda: No se le reconoce enfermedad, pero…su comunicación es muy pausada, etc. falta conexión lógica a  algunos de sus comentarios… ¡Algo esconde ese hombre, a quien no se reconoce ninguna enfermedad y que, aun así, no se medica! Podemos imaginar el comentario del informe si José Luis comunicase su enfado y su legítima indignación de manera enérgica y precipitada, o se medicase sin que se le reconozca enfermedad alguna…

Se da la barbaridad de considerar “Factores de riesgo de los menores”:

Que la Unidad familial sea multidisfuncional, es decir, que no exista una distribución de las funciones familiares e individuales acordes con lo considerado “normal”. 
Que las distintas unidades familiares carezcan de límites.
(Facilítense viviendas dignas y medios de subsistencia a cada “unidad familiar” y problema solucionado)
Que la unidad de convivencia esté empadronada en dos viviendas, digo yo ¿qué relación tiene el doble empadronamiento con los factores de riesgo?
Rozando la calumnia se afirma que la unidad familiar está relacionada con ambientes marginales.
Vuelvo a leer el informe relativo al área laboral y económica, para indagar dónde puede encontrarse la relación de la familia con “ambientes marginales”. Aparece claro que la economía de la familia depende de los abuelos y que nada permite relacionarla con ambientes marginales. La palabra “marginales” sólo se menciona en el informe con esta afirmación: Los hábitos laborales que presentan (José Luis y Mª Dolores) son marginales sin un horario establecido: ¿Acaso media España no está así, sumida en la marginalidad laboral y económica?
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CONCLUSIONES: 1.- Que la familia presenta mucha resistencia al cambio, a la comprensión de la situación-problema y a la colaboración con servicios sociales. 2.- Que es necesario adoptar de forma urgente medidas de protección con los menores que conviven en el núcleo de convivencia. 3.- Que existe alto riesgo de fuga por parte de la cabeza de familia, Mª Dolores Ortega Algarra, con las unidades familiares que están a su cargo, si son conocedores de una medida de protección que implique en sí misma distanciamiento de los menores respecto de la familia. 4.- Que se adjunta al informe PROPUESTA DE COMISIÓN DE VALORACIÓN Y ESTUDIO DE CASOS.

El INFORME DE VALORACIÓN RESUELVE: “Elevar a la Dirección Territorial de Bienestar Social de Alicante a través de su Sección de Menores, DESAMPARO DE URGENCIA de los menores: Esperanza, Manuel de los Reyes y José Luis Ortega Riquelme (3 años, 21 meses y 4 meses); y de Esperanza y Carmen Celdrán Ortega (17 y 14 años). (…)
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El objeto del INFORME TÉCNICO de los SS.SS. de Orihuela del 26 de junio de 2012 es el siguiente: “Valoración de la familia Celdrán – Ortega como NO APTA para formalizar acogimiento familiar con sus nietos”. En este informe ya no figura la PROPUESTA DE DESAMPARO DE URGENCIA de las menores Esperanza y Carmen, hijas de Mª Dolores y José Luis. La Esperanza se les ha ido de las manos, al cumplir los 19 años; a Carmen, con 16, habría que atarla para arrancarla de su familia.

Veamos qué dice el Informe respecto a la salud de la abuela: “Con respecto a Mª Dolores, aunque no padece una enfermedad diagnosticada, o por lo menos que a nosotros nos conste, presenta un estado de salud aparentemente delicado. Su estado físico, debido a la obesidad que presenta es cuanto menos preocupantemente delicado. En la mayoría de ocasiones que hemos realizado visita domiciliaria, Mª Dolores ha manifestado estar cansada, fatigada y acalorada. Siempre se encuentra sentada en un sofá, con una escasa libertad de movimientos, frente a un ventilador que le proporciona aire directamente. En alguna ocasión ha verbalizado que le ha dado alguna especie de ataque, hecho que ella culpabiliza al comportamiento de Loli, pero que no sería descartable cualquier tipo de enfermedad de tipo vascular asociada a la obesidad que presenta. Este hecho hace que padezca una limitación aparente para el desarrollo de las actividades de la vida cotidiana.

En la página 6 del informe, se recalca el desprecio, ya expresado en otro lugar, a José Luis de manera denigrante, agresiva e insultante. Se dice así: “En relación a José Luis Celdrán, compañero de Mª Dolores, el rol que ejercía en este período se señala “…el compañero actual de la madre, en apariencia anodina y pusilánime, no ejerce como modelo de referencia válido, ni es consciente de la problemática familiar”.
Hablando claro: un hombre aparentemente soso, insustancial y cobarde no es un modelo de referencia para hacerse cargo de sus nietos.

El fin perseguido por ese tipo de retórica no ofrece misterio.

Las conclusiones son dilatorias (muy en la línea de jugar con los nervios y con el estado anímico de la familia biológica). El punto 11, DIAGNÓSTICO Y CONCLUSIONES, dice así:
“Los cambios (se entiende que positivos) advertidos en el sistema familiar son recientes, necesitándose corroborar en el tiempo, y conocer si son reales y estables o ficticios y eventuales (sospecha y desconfianza en las personas). Por todo ello, se considera que las circunstancias y factores sociales y psicológicos que concurren actualmente necesitan ser mantenidos en el tiempo y no observarse sólo en el momento presente.”

En el punto 12, TRATAMIENTO SOCIAL/ PROPUESTA se considera, también, que la abuela materna Mª Dolores y su Marido José Luis, han efectuado algunos cambios en positivo que necesitan ser afianzados en el tiempo para poder ser valorados como estables, pero que (el subrayado es del Informe) no han sido suficientes estos cambios para motivar la emisión de un diagnóstico favorable para la idoneidad / aptitud para en su caso, formalizar acogimiento familiar con familia extensa de los menores.

Y, como se ha dictaminado que eso es así, y no puede ser de otra manera, el EQUIPO TÉCNICO DE LOS SERVICIOS SOCIALES DEL MUNICIPIO DE ORIHUELA ELEVA a la Dirección Territorial de Bienestar Social de Alicante PROPUESTA DE ACOGIMIENTO FAMILIAR PERMANENTE en las familias educadoras con las cuales se encuentran los menores…

Para que la madre de los niños, sus abuelos, sus tíos y tías, sus primas y primos…, no se den por olvidados en las conclusiones, se añade el colofón: “Con respecto a la familia extensa que solicita el acogimiento, se cree necesaria la continuidad de la Intervención Familiar, con el objetivo de corroborar que dichos cambios positivos se consolidan en el tiempo y sin perjuicio de poder incluir otros objetivos de trabajo en función de las necesidades familiares.

La familia, a la cual han arrancado los pequeños, se siente lógicamente atacada por este tejemaneje contemporizador y responde en consecuencia: cerrando filas.

Los vínculos afectivos son reforzados entre los miembros de la familia, convirtiéndose en un núcleo más hermético y cerrado. Es difícil acceder a su dinámica y estructura. Sienten como amenaza el apoyo, orientaciones y trabajo familiar del equipo base de servicios sociales.

No se dan cuenta los que han firmado este informe y hecho estas propuestas dilatorias y maquiavélicas –o sí se dan cuenta-, lo odiosa que han llegado a ser su intromisión para la familia de los niños. 

Lo que está claro para la familia, es que lo que quieren “corroborar en el tiempo”, “mantener en el tiempo”, “afianzar en el tiempo” y “consolidar en el tiempo” es el alejamiento de los niños, pues no otra cosa significa la solicitud de ACOGIMIENTO PERMANENTE con las familias con las cuales están actualmente. La permanencia del acogimiento abre la puerta a la irreversibilidad del mismo.

Con el tiempo que pasa, crecen las presiones administrativas para que del acogimiento temporal se pase al acogimiento permanente. En esto interviene la ASOCIACIÓN ARCOS DE ALTEA, ONG “EMAÚS”, allegada a la Iglesia Católica, que gestiona también los SEAFI (Servicios Especializados de Atención a la Familia e Infancia, subvencionados por la Consellería de Bienestar Social), basándose para sus conclusiones en los informes de las Administraciones local y autonómica. Me meto en Internet; me entero:

“Ayuntamiento de Orihuela. ANUNCIO LICITACIÓN. A la vista de la necesidad de realizar el contrato para la prestación del servicio de “2 Educadores Familiares con destino al SEAFI” mediante procedimiento negociado sin publicidad, cuyo presupuesto máximo asciende a 52.731, 28 euros más 9.227,97 euros correspondientes al IVA, lo que hace un total de 61.959 euros incluido…”

“Asociación EMAÚS. Servicio Integrado de Atención a la Familia (S.I.A.F.) La presentación de este Servicio se hace para aclarar sus cometidos, competencias y modo de acceso.
El SIAF, según lo define la propia Consellería de B. Social (Dirección Gral. de la Familia) se define como “un recurso especializado de atención a la familia…”

El informe de la Asociación Arcos de Altea –EMAÚS ONG- fechado también el 26-06-2012, tiene por motivo ¡Mira por donde! la PROPUESTA DE ACOGIMIENTO FAMILIAR PERMANENTE de los menores Esperanza Ortega Riquelme (que cumplió 6 años el 17 de octubre 2012) y José Luis Ortega Riquelme (que cumplirá 3 años el 21 de diciembre de 2012). Los niños viven en Alcoy, con una familia de acogida. Esperanza ha sido inscrita en el Colegio José Arnauda de la Institución Teresiana…

la AAA (Emaús ONG) no se queda corta para demostrar, apoyándose en informes ajenos, lo tan fácilmente demostrable: la incapacidad de Loli de hacerse cargo, sola, de sus pequeños:

Motivos por los que ingresan los hijos de Loli en el “Hogar Provincial”: “incapacidad de la madre para el adecuado ejercicio de los deberes inherentes a la patria potestad; la progenitora tiene reconocido un grado de discapacidad del 40%; dependencia hacia su sistema familiar de origen, residiendo en la unidad familiar de los mismos, no existiendo normas y límites entre subsistema de los abuelos, el materno y el filial…

Se constata un hecho: la incapacidad de Loli para hacer frente adecuadamente a la asunción de la patria potestad de sus hijos.
Se constatan tres causas principales de la situación: la discapacidad reconocida de Loli, la dependencia de sus padres, con los que convive y la falta de espacio vital para la cobertura de las necesidades de los miembros. Los demás motivos que, según el informe, conducen al ingreso de los niños en el Hogar Provincial (hacinamiento, higiene, carencia de utensilios para la higiene diaria de los niños, carencias educativas, inseguridad…) dependen de la solución del hecho constatado, y de que se ponga fin a sus causas: Dotar a Loli de una base económica suficiente y de una vivienda adecuada. En vez de eso se elabora el correspondiente Plan de Intervención Familiar y se ofertan diferentes recursos de apoyo. Paños calientes psicopedagógicos cuyo efecto visible, y notable, es la intromisión en el núcleo familiar de cuerpos extraños, considerados hostiles, que pretenden corregir y dirigir el comportamiento de la familia.
Pretender que la madre comprenda “el bien que las administraciones local y autonómica le hacen arrancándole a sus hijos” es una incongruencia y una barbaridad, cuyo resultado está a la vista: nace en la madre la tendencia a autolesionarse y aumenta el grado reconocido de minusvalía mental que pasa de 40 a 53%.

FAX remitido el 31 de marzo 2011 por la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Orihuela a la Dirección Territorial de Bienestar Social. (Extracto): “Que Mª Dolores Riquelme Ortega (Loli en adelante) solicita mantener visitas con los menores…(sus hijos).

Que ingresa en el centro de mujeres Adoratrices para que se fomente su autonomía y su capacidad de cuidado personal y así como que se pueda hacer una valoración de su capacidad de atender a sus menores hijos.

Que la evolución en el centro y la participación e implicación en las tareas propuestas ha estado dificultada por su no entendimiento de la situación-problema y de la no aceptación del desamparo de los menores.

Que el estar fuera de su entorno familiar no ha producido mejoras enmarcándose y posicionándose en el no entendimiento de la situación y el verbalizar de forma constante que si estaba en el centro era para que le dieran a sus hijos. Estos pensamientos y sentimientos que ha tenido de forma constante, y el tener que cumplir una serie de objetivos antes de poder mantener alguna visita con sus hijos, ha provocado comportamientos que ponían en riesgo su integridad física y la de las compañeras del lugar. (…).

El empeño de los informes versa en torno a cuatro ejes:
Primero, demostrar la incapacidad de Loli, madre de los niños hoy colocados en adopción, para hacerse cargo de sus hijos. Segundo, hacer responsable a la abuela de la situación de su hija y, por ende, de sus nietos. Sin embargo, los abuelos (a quienes un dictamen de un psicólogo reconoce “una inteligencia por encima de lo normal” -a la abuela- y normal –al abuelo-, son la base económica que sustenta a la familia; en torno a Mª Dolores y José Luis, con sus defectos y virtudes, se teje la unidad del conjunto familiar.
Tercero, pintar la situación como peligrosa para los niños. Cuadro dantesco, hediondo y repelente de la vivienda. Caos, desorden, hacinamiento, suciedad, bohemia, continuos desplazamientos… No sólo se confunden y entremezclan las familias, también las personas con los animales y las cosas: Perros, niños, gatos, el gallo, la chatarra…, y hasta el ordenador, el fax y la impresora… En ese empeño, se desvanece la supuesta situación de desamparo de Esperanza (17 años cuando se hizo el primer informe) y Carmen (14 años), quizás porque ya estaban demasiado crecidas para ser adoptadas, y conseguir la adopción fuese el propósito de la intervención… En el2009, según el informe de 26 de junio 2012, renunciaron, cita textual, por la edad, a adoptar medida de protección con Mª Luisa.Mª Luisa tenía entonces 15 años, era menor, pero, se ve que para la lógica de los Servicios Sociales hay dos categorías de menores: los “desechables” y los “aprovechables”. Sólo se intervinieron los hijos de Loli, de 5, 4 y 2 años, y Adrián, que todavía no había nacido y ya estaba intervenido.
Cuarto eje, la contemporización, la necesaria contemporización para diluir los lazos afectivos de los pequeños con su familia biológica, creando y fortaleciendo nuevos lazos –cuya intención es la “estabilidad” y la irreversibilidad- con las familias de adopción.

INFORME de AAA-EMAÚS (26-06-2012): En abril de 2011 se propone desde el Hogar Provincial un acogimiento familiar para los cuatro hermanos al valorar “la no conveniencia de retorno de los niños al núcleo de origen, dado que las circunstancias familiares son crónicas” y persisten en la actualidad y al “precisar de la estabilidad y dedicación de un entorno familiar”. En este momento, la abuela materna y su marido solicitan valoración para posible acogimiento de sus nietos, iniciándose plan de intervención familiar con estos desde los SS.SS de referencia.

Durante todo este tiempo, tanto Loli, como su familia biológica han ido acudiendo a las citas que, desde el Equipo Social de Base de Orihuela, se han ido estableciendo, así como la aceptación de un seguimiento domiciliario con el fin de conocer el estado de la vivienda y, patrones relacionados entre los miembros convivientes. Señalar que a lo largo de este periodo se observan ciertos cambios que hacen valorar un “avance positivo de la intervención” (tal y como se refleja en acta de fecha 05/03/2012) por lo que se establece un nuevo plan de intervención familiar dirigido al retorno de los dos menores: Esperanza y José Luis en un plazo de 6 meses.

Continúa aplicándose a la familia el “tira y afloja”, cuyos efectos no pueden ser otros que la desconfianza en el sistema y la inquietud y la ansiedad ante la incertidumbre de poder recuperar a los niños:

No obstante, continúa el informe, en la reunión mantenida con posterioridad (en fecha 5/06/2012) en la Dirección Territorial de Bienestar Social, los SS.SS comunican la inviabilidad de dicha propuesta, recogiéndose en acta lo siguiente: “la situación familiar de la abuela no permite el cuidado de los nietos por lo que se valora como adecuado el acogimiento familiar permanente de los menores con las familias con las que se encuentran”.

¿Qué ha ocurrido en los tres meses que van del 5 de marzo al 5 de junio, que justifique ese evidente golpe de timón que significa el abandono del plan “dirigido al retorno de los menores”? ¿Qué presiones se están ejerciendo? ¿Qué influencias están jugando, para afianzar el acogimiento familiar permanente?

Si, según los informes, la abuela, Mª Dolores Ortega, no es un referente de protección para el sistema, teniendo una actitud agresiva para resolver problemas, con poca capacidad de escucha y entendimiento; si José Luis Celdrán, marido de Mª Dolores no ejerce, para los informadores, como modelo de referencia válido, por no ser consciente de la problemática familiar”; si los demás miembros adultos tampoco son referentes que motiven y estimulen a los menores en su desarrollo, o garanticen el derecho de protección y seguridad que necesitan los niños; y si, Loli, la madre de los niños, sufre de “incapacidad para el adecuado ejercicio de los deberes inherentes a la patria potestad, debido a que tiene reconocido un grado de discapacidad del 53% y depende  del sistema familiar de origen…, es decir, que no tiene vivienda propia ni medios propios de subsistencia, se están cerrando todas las puertas a la posibilidad de volver a ver unida a la familia.

Sin embargo, ni el “área de hábitat y vivienda”, ni el “área laboral y económica” ni el estado de salud de los niños, justifican la separación de los mismos de su familia biológica. Ni vivir apiñados en una vivienda, ni tener una economía irregular, ni siquiera el mal genio de los padres justifican se aparte a los niños de su familia.
Las administraciones, y las organizaciones de la Iglesia -que aparecen mezcladas en todo esto- tendrían, entonces, que quitarle los niños (en su tierna infancia, eso sí) a decenas de miles de familias que viven en la precariedad y en la pobreza.